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Holy Wars...The Formation of the Metal Gods: La Priest Feast.

Tras pasar las obligadas siete horas de autobús y tomar un taxi que me salió bastante más barato de lo que yo pensaba, llegué por fin a las puertas de la famosa cubierta de Leganés. No me imaginaba que hubiera tantas personas, metaleros por doquier. Me uní a ellos, y tras muchos gritos a los guardias por tardones, abrieron las puertas y la gente comenzó a entrar. Cabe destacar que los individuos encargados de registrarnos eran unos completos mantas. Abrí la mochila un poco, les dije que tan sólo llevaba la chaqueta, el móvil y unos libros y los muy ilusos me creyeron y me dejaron avanzar sin más dilación. ¿Y si yo hubiese llevado una navaja en el bolsillo de la chaqueta o en el fondo de la mochila? Qué seguridad tan bien preparada y eficaz, eh. (Sarcasmo incluído.)

En fin, en cuanto vi el escenario con el fondo de The Formation Of Damnation, no pude menos de gritar y correr como un loco. TESTAMENT. En directo, dentro de una hora, que se me hizo eterna, dicho sea de paso. Pero al fin comenzó a sonar el For The Glory Of..., la intro de TFOD. La gente se volvió loca. Y cuando aparecieron en escena con Over The Wall, supe que todos mis esfuerzos habían valido la pena. Fue como un puñetazo en la cara. Chuck Billy estaba brutal, gruñendo como una bestia, Paul Bostaph le daba al doble bombo con la fuerza de siempre…y ahí estaban Alex, Eric y Greg, dándolo todo. En cuanto acabó el primer tema no dieron tiempo a descansar y continuaron con otro clásico: The New Order. En ambas canciones se cantó el el estribillo con ganas. Chuck entonces presentó a Greg, quien tocó los primeros acordes de Souls Of Black. No tuve reparos en vociferar la letra, que me sabía como casi todas las de Testament. Y después, tocaron un tema que creo que no me equivoco al afirmar que muy poca gente se esperaba: Electric Crown. El opener de The Ritual, una canción de heavy metal básico, cañera y pegadiza, con Alex dándolo todo en el solo. D.N.R. (Do Not Resuscitate) mostro una vez más la habilidad de Paul, mientras que More Than Meets The Eye mostró la nuestra para rompernos los pulmones a gritos, coreando el estribillo. Riding The Snake fue una sorpresa también, aunque ya sospechaba que caerían dos temas de The Gathering por el setlist de metalzone. Y entonces hicieron algo que me dio una gran alegría: tocaron Practice What You Preach. Una de mis canciones favoritas, con fantástica letra y brillante solo de Alex. Y para cerrar, la canción homónima del último disco: The Formation Of Damnation, que fue una forma fantástica de acabar.

A destacar la fantástica actuación de Greg, que moló aún más que Billy, y eso ya es decir algo. Me gustó especialmente cuando unos chavales a mi lado dijeron: "Eh. Greg." Y se tocaron el pecho con el puño. Y en efecto, Greg Christian sonrió e hizo lo mismo. Por otro lado, hubo un momento en que Chuck Billy señaló al público, y quizás fuesen desvaríos de un fanboy loco…pero me pareció que me estaba señalando a mí.

Una vez que se hubieron ido, tocó esperar veinte minutos a Megadeth, cuyo escenario, lejos de estar tan preparado como el de Testament, se limitaba a mostrar el logo de la banda en el fondo. Tampoco es que hiciera falta mucho más, porque en cuanto se empezaron a oír las primeras notas de Sleepwalker, el lugar entero se vino abajo. Allí estaba Megadave, sacudiendo la melena con su Angel Of Death, riffeando como loco. El adictivo estribillo del tema dio paso luego a Wake Up Dead, que contiene algunos de los mejores riffs de Megadeth, así como letra jovial que era característica de la banda por aquella época. Take No Prisoners fue la siguiente, oportunidad para desgastar aún más la garganta con el "Take no prisoners…TAKE NO SHIT!" Menudo final.

Otros temas siguieron, incluyendo el pegadizo Skin O' My Teeth, la épica In My Darkest Hour, la agresiva She-Wolf, la emotiva A Tout Le Monde y otro tema que no reconocí en el momento. Symphony of Destruction siempre es genial para cantar con el riff principal "Megadeth…Megadeth, aguante Megadeth!". Lo mismo ocurre con Hangar 18, y sobra describir cómo se puso el público cuando tocaron Holy Wars...The Punishment Due.

Ahora, substiruír Washington is Next! por el otro tema fue una putada.
Pero ¿Tornado Of Souls por Sweating Bullets? AGH. Hijo de puta. Absolutamente imperdonable. Es lo único que se le puede echar en cara al concierto de Megadeth, porque por lo demás estaban en excelente forma. Chris Broderick es una máquina, y qué decir de Dave.

Judas Priest se hicieron de rogar más que los otros a la hora de aparecer; pasaron treinta minutos desde que acabó Megadeth hasta que pusieron Dawn of Creation, la intro del Nostradamus. El elaborado escenario de Priest destacaba en comparación con el de los otros dos, con una impresionante imagen de fondo y una estatua de acero. Entonces comenzó la potente Prophecy, y cuando empezó la parte vocal, la estatua se movió y me di cuenta de que, efectivamente, era Rob Halford. Cuando acabó, tocaron Metal Gods. Joder, qué canción. Puro acero, con la gente cantando el estribillo a pleno pulmón. La banda parecía estar en forma, especialmente Scott Travis; el doble bombo era brutal, lo sentías retumbar en el pecho. ¿Y Halford? Cuando gritó: "Is everybody ready for some Judas Priest HEAVY METAL?" Fue en plan, "Fuck yeah!"
Eat Me Alive dio paso a uno de los mejores temas del Painkiller, Between the Hammer & the Anvil, con Rob cantando fantásticamente el estribillo. Es conocido por sus chillidos agudos, pero no sabes lo bestias que son hasta que los oyes tú mismo. No tienen nada que ver con sus falsettos en los álbums de estudio; estos desgarran las orejas. Breaking The Law y Hell Patrol fueron bestiales, sobretodo la segunda. Y entonces tocaron otro tema del Nostradamus que pareció estar fuera de lugar: Death. Un tema de a lo Black Sabbath, que bajó un poco la adrenalina; en su lugar podrían haber interpretado la canción Nostradamus, que es mejor. Lo mismo se puede decir de la balada Angel; aunque teniendo en cuenta lo que le siguió, no puedo quejarme. The Hellion/Electric Eye. Esa canción patea en los cojones y bien duro, con la impresionante intro y los riffs. Rock Hard Ride Free fue probablemente el tema que menos me entusiasmó de la noche.

Los clásicos también tuvieron sitio esa noche; como Dissident Aggressor, la épica Sinner, o las cañeras Hell Bent for Leather y The Green Manalishi. Uno de los momentos más memorables de la noche fue sin duda Painkiller. Dios, qué potencia. Y cuando Haford salió de nuevo al escenario con la gorra y la Harley; eso fue mítico.

No podía faltar You've Got Another Thing Comin', posiblemente la canción más pegadiza de Priest. El único error de Halford fue ponerse a vocear y a hacer que el público le imitara. La idea en sí no era mala; los tonos que usó lo fueron.

Yo estaba seguro de que después de YVGATC se acabaría el concierto, pero no. Volvieron, y nada más ni menos que con Living After Midnight. Esa canción adquiere un nuevo tono en un concierto, y más si es tocada, efectivamente, después de medianoche como fue el caso. Tan melódica, tan marchosa, fue fantástico cantar el estribillo todos juntos, realmente dio sensación de alegría y fiesta. Me atrevería a decir que fue el mejor momento de la noche, que no es decir poco, porque fue impresionante. Lástima que no tocasen Victim Of Changes, Exciter, Beyond The Realms of Death y Metal Meltdown, pero bueno. Dos horas tampoco son una eternidad y tenían que escoger.

Por supuesto, no todo fue oro puro. Había oído que el sonido de la cubierta es malo, pero no esperaba que fuese tan jodidamente pésimo. El concierto de Testament fue ruido, puro y simple. Los de Megadeth y Priest fueron mejores porque abrieron un poco, aunque eso no quita que el sonido no dejó de ser en general deficiente. La guitarra eléctrica era difícil de distinguir, y ya no digamos el bajo.

Pero es una queja menor para mí. He visto a tres grupos aplastantes, y me conformo con eso. Sólo espero que la próxima vez que un festival de metal con un cartel de primera vaya a Madrid, escojan un lugar más adecuado.

PD: Me olvidé de mencionar lo brutales que fueron los mosh pits, más aún que los del año pasado en Lisboa. Entre el sudor, el polvo de la arena, el humo del tabaco y los golpes no sé como salí vivo de ahí. Estábamos, como dice una canción de Testament, Into The Pit. Heh. Lástima que no la tocaran.

Sun 15 Mar – Priest Feast

Fotos:
http://s230.photobucket.com/albums/ee1/MinaseTaki/Priest%20Feast/

El setlist original:
http://www.metalzone.biz/php/modules.php?name=News&file=print&sid=9540

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